miércoles, 31 de octubre de 2012

Se abre el tiempo callado


 En mi caminar cansado
todavía el mar
húmedo y oscuro
de nuestras noches

Dedos y dedos
rasgando rasgos
de relieves escarpados
dedos y dedos
surcan mapas
por paisajes de agua

Se abre el tiempo callado

Y de nuevo el ahora
la huida, la mañana
como pájaros tenues
entre campos frondosos
de carrizo dorado

Simulando y custodiando
la llama en el agujero oscuro
como tesoro recóndito
la llama de nuevo hallada
en el silencio de nuestras noches



Poema de amor con palabras obligadas
Rosana Arroyo

martes, 30 de octubre de 2012

Poemas de amor y autorretratos


    Era viernes 26 de octubre y el frío acababa de llegar a Madrid. Por segunda semana consecutiva tiene lugar el encuentro de “El poema” en La Trasera, después de haber aceptado, en mi caso y el de otros cuantos, la clásica pelea interminable a la que te retan las fotocopiadoras. Miradas expectantes en torno a la mesa y sumergidos en el ambiente tranquilo de la luminosa sala dimos comienzo a la lectura de los primeros poemas.
    Avanzaba la mañana mientras distinguíamos entre el baile de las frases cada una de las palabras propuestas la semana anterior, pero aunque sus sonidos fuesen los mismos ya no se asemejaban a palabras dichas al azar ni se cerraban a un significado único, si no que convergían y se unían con otras creándose nuevos matices. Ésa es la magia de las palabras: Ser capaces de llegar a representar algo distinto para cada poesía, para cada una de las distintas historias que contaban nuestras voces. Son ellas las que pueden rasgar viajando con los dedos con sólo proponérselo, nosotros los que sabemos cómo darles esa libertad y ellas las que saben cómo dárnosla a nosotros. Nos internamos así en diferentes mundos que nos llevaron a revivir un dulce recuerdo que no hemos vivido, en el desasosiego y el cansancio que no querríamos vivir o en la mera sencillez de amar.
    Pasamos a la temática del autorretrato con la correspondiente complejidad que conlleva el planteamiento del definirse a sí mismo. Al de Adam Zagajewski le siguieron el de Nicanor Parra o los directos versos de un jubilado anónimo. De entre nosotros tan sólo uno se atrevió a hacerlo, retratándose de forma muy original como el conjunto de características de los poetas en los que se veía él. Les llega ahora el turno a las figuras retóricas, y nosotros nos dilucidamos con la repetición de la anadiplosis, el llevar más allá de las metáforas, los sonidos de las aliteraciones, descubriendo frases que resultaron ser anáforas, contundentes pleonasmos, paranomasias paranormales o con la paradoja de querer definir una paradoja, los juegos de palabras surgidos del calambur y la jitanjáfora de ese capítulo de Rayuela escrito en glíglico (¡Era el 68!) donde Julio Cortázar nos cuenta cómo hacían todo lo sólo enunciable en un cuerpo.
    De esta forma dimos por concluida la sesión proponiendo buscar y escribir poemas que giren alrededor de la cocina como temática para la semana próxima, y con José María Parreño confesándonos haber conseguido romper por completo con sus esquemas, ya que al parecer el (aparentemente) infalible método de hacer poemas resultaba no ser tan infalible como nos dijo. Aunque, claro está, con diccionarios como el de Hannah ya se sabe: escribir poesía es posible.

Capítulo 68 de Rayuela:


lunes, 29 de octubre de 2012

La tengo dura.

Todavía el mar,
hunde sus dedos en el tiempo,
en su eterna huida hacia el ahora.
Rasgue mi corazón en tiras
concentradas de profundo amor.
Perdí la razón durante el viaje.
Asimilo poco a poco
que la perdida deja
abierto y despejado el camino.
Cansado y oscuro queda el hombre
que fue niño brillante y vital.
como tal, mi único buen recuerdo
es húmedo y frondoso.
La única quemadura que me abrasó
cicatriza por que tengo la cara muy dura.

domingo, 28 de octubre de 2012


Para Githa


Anoche
los dedos del sueño,
con las uñas pintadas de esmalte verde,
fueron abriendo las puertas que conducían a Holanda.

Viajé allí por tierra hace tiempo, llegué cansado y sin voz,
tú me recibiste como si yo supiera que tu nombre significa regalo.

Ahora, viajar por sueño es igual que huir por mar,
rasgar la noche hacia aquellas
en que moríamos de risa,
-cada uno en su idioma-
en aquel piso de squaters del número 112
(que es al que debe acudirse
en situaciones de riesgo).

Cenábamos queso y uvas.

Nos hacíamos todo lo solo enunciable en un cuerpo.

Dormíamos como ladrones.

Fuera, aquel castaño frondoso y verde,
verde viejo voyeur despeinado
nos despedía,
aún húmedo.

Simulamos querernos hasta que fue cierto.
Compartimos el tiempo oscuro del oscuro invierno,
minimizamos desastres.


Después cayeron los días con las naranjas,
redondos y llenos,
por la grieta inevitable del verano.

Hoy sé que tu nombre también significa guerra,
aquella guerra que yo perdí en Holanda.

J C

sábado, 27 de octubre de 2012



Todavía
en frondosos pensamientos
se pierde el tiempo
en oscuras armaduras
se contraen los latidos
en cobardes huidas
se simula alteza.

Ahora, rasgar,
rasgar ese mundo
cansado.
Abrir los dedos
agarrando esta tierra húmeda.
Y como el mar,
viajar constante,
insistiendo.
Y sutil
como la curva de una rama.
Sencillo es amar
cuando se ama.



Héctor Hernández Rosas

viernes, 26 de octubre de 2012

Cada día podría ser extraordinario.


Hoy he vuelto a soñar con tu mirada,
rasgos que rasgan mi inconsciente,
tus dedos arañan mi mente,
abriendo oscuros surcos que después no siembran nada.
Con estos términos empiezo,
empiezo a viajar, empiezo a estar solo,
tú sólo eres un espíritu de semblante frívolo ,
del que intento huir, pero en sueños tropiezo.
Todavía me pregunto en que mares te zambulles
cuando yo no muerdo tu playa,
creo tenerte pero te enciendes, aspiras, te esfumas y huyes.
Ahora, con los puños cerrados y las heridas abiertas,
cansado de buscarte en rincones
me he dado cuenta de que solo yo,
soy el lugar de tus apariciones.
Ya marcan las cinco y no de la tarde,
el frío fragua una frondosa frontera
entre mi húmedo fuego y tu mar de cristales,
pues después de todo mi cama sigue desierta.
Tu estilo simula al tiempo,
consumiéndome cada día más,
mañana será un día menos,
pues llevo 20 años muriendo.

Crónica 19 octubre 2012


    Un viernes de octubre por la mañana transcurre el primer encuentro en La Trasera de la Facultad de Bellas Artes, con motivo del taller El poema: instrucciones de uso. Unos dieciséis asistentes rodeamos una gran mesa y otras tantas lámparas encendidas en forma de globo cuelgan sobre nuestras cabezas, no amenazantes sino conciliadoras. Tras una amable bienvenida por parte del Vicedecanato de Extensión Universitaria (supongo que amable, porque que he llegado tarde), nos presentamos uno tras otro explicando por qué hemos querido acercarnos a este curso: unos no sabemos, otros sentimos que la poesía pone orden en nuestras ideas, otros en el alma, otros queremos juntarla con la música, y otros carraspeamos lo justo.
    José María Parreño es el maestro de ceremonias y teme desbocarse leyendo sus textos favoritos, sin embargo hoy es comedido y la dosis moderada: Neruda se autorretrata, es tonto de capirote y de vientre creciente, Jaime Gil de Biedma pone las instrucciones del juego de hacer versos -que no es un juego-, y el propio Parreño nos avisa de que un verso es un surco del arado, nos aconseja dejar que el poema imponga su ley sobre nosotros (al escribirlo, ¿aunque quizá también al leerlo?), y nos recuerda que "un poema corre siempre el riesgo de no tener sentido", según escribió Jacques Derrida.
    Aceptando el pacto de escribir en verso durante dos meses y medio, este grupo de desconocidos asume el reto de crear para la próxima sesión el poema de amor ideal (ideal el poema, no el amor, se entiende) y si cae un autorretrato. Para el poema de amor se han propuesto más de ciento cincuenta palabras entre todos y se han votado a mano alzada como si unas fueran más poéticas o mejores que otras. Mejores o peores, estas palabras animan nuestras caras despistadas, tímidas, expectantes, nos reímos, y así desfilan sobre la mesa la honestidad transparente, la condensación veloz, la sorpresa de garrapatas, una serenidad apagada, colores mundanos y temporales, la mar de mares y algunos abrazos cansados de manicomios. Nuestros versos tendrán un lugar a través del blog http://elpoemaucm.blogspot.com.es. Hay una semana por delante y en el próximo encuentro nos habremos acercado más a la poesía.
    En realidad ya estábamos cerca, sólo que ahora tendremos los ojos un poco más abiertos para darnos cuenta.

jueves, 25 de octubre de 2012

en busca de lo desconocido



en busca de lo desconocido

viajé por los siete mares
atravesé la selva más frondosa y húmeda
cruzé el desierto andando bajo el sol

en la huida de un pasado remoto 
maté el tiempo
rasgando todas mis memorias en pedazos

tapé el sol con un dedo
y no se veía nada más
desde entonces no he vuelto a ver
abro los ojos, pero el mundo que me rodea 
todavía es un mundo oscuro

llegué al borde del abismo y 
caí 
en la cuenta que ya no quiero seguir 
simulando conocerlo todo: 
ahora estoy cansado

Sólo sé contar con los dedos

Sólo sé contar con los dedos.
Y sólo tengo tres.
Una bomba que estaba oculta,
escondida en la oscuridad, me robó
los otros siete.
Todavía, cuando miro el mar,
me acuerdo de ti, bomba bendita,
y te idealizo, te humanizo,
te doy vida, simulo que existes.
Como un ser humano
que abrió mi alma y se llevó un buen trozo,
huyendo como un amante despechado.
Tanto idealicé, bomba maldita,
tanto humanicé,
que te di forma:
frondoso pelo, labios húmedos,
ojos cansados por el tiempo de espera,
impaciente por explotar,
rasgar el aire y llevarte
mis dedos de viaje.
Ahora hasta tres cuento.
No me queda más, bomba amante.
Lo que resta te lo llevaste.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Malentendido

Ella:

ven
abre el tiempo sin demora
canta al viento que en su hora
fue quien tuvo a bien partir

Él:

sin raíces, ya cansado
con delirios en mis sienes
tú no sabes a quién tienes
corazón, qué tan rasgado
¿a pedir mi amor tú vienes?

Ella:

luz
que simula estar desnuda
y en la húmeda ternura
da sus brazos bajo el mar

Él:

ignorante es lo que has dicho
el camino más frondoso
luciría más hermoso
tan oscuro por capricho
si olvidaras lo amoroso

Ella:

sal
de esta vida que en su huida
no te quiso todavía
y te vio palidecer

Él:

¿me convidas a viajar?
pues que sepas que lozanos
con sus dedos y sus manos
mis sentidos dio en atar
el ahora y sus hermanos