lunes, 29 de octubre de 2012

La tengo dura.

Todavía el mar,
hunde sus dedos en el tiempo,
en su eterna huida hacia el ahora.
Rasgue mi corazón en tiras
concentradas de profundo amor.
Perdí la razón durante el viaje.
Asimilo poco a poco
que la perdida deja
abierto y despejado el camino.
Cansado y oscuro queda el hombre
que fue niño brillante y vital.
como tal, mi único buen recuerdo
es húmedo y frondoso.
La única quemadura que me abrasó
cicatriza por que tengo la cara muy dura.

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